El paisaje del término municipal de Barbuñales atrae por su extensión y llanura, configurada por amplios campos de cereales y almendros que cambian sus tonalidades conforme avanza el calendario.
Asimismo el término municipal de Barbuñales tiene uno de los carrascales más extensos de Aragón, el Carrascal de Lizana, donde habitan el gato montés, la garduña, la jineta y el jabalí,
además de conejos y perdices. Diana Colomina, coordinadora de restauración forestal de WWF-España, subraya de este bosque de carrascas (Quercus ilex ballota) su extensión (más de 300 ha), su estado de conservación y la escasa o nula intervención humana desde hace años. Antaño había más pero se han sustituido por cultivos agrícolas.
En cuanto a las aves aquí podemos observar rapaces muy vulnerables e incluso en peligro de extinción, como el alimoche o el águila real, que han encontrado refugio en las inaccesibles cornisas y cantiles del río Alcanadre.